Por todo eso, además de que mi casa me gusto desde que la vi por primera vez, decidí vivir y que mis hijos crecieran fuera de la gran urbe. Aceptando las carencias e intentando disfrutar de las ventajas. Y una de ellas es la vida de un "pueblo".
Y viene esto a raíz del gusto que me da algunos fines de semana ir a ver a la "señora Elvira", y la verdad es que ni siquiera se si se llama así, yo al menos así la conozco.

En Fuente el Saz, detrás de la plaza del Ayuntamiento o del Día, esta la pequeña tienda de la señora Elvira, casi un 24 horas "cañí", donde ella toda amabilidad sale desde su salón de la vivienda detrás del mostrador para atenderte y decirte eso de "¿que deseas hermoso?". Un poco de todo a cualquier hora y día.
Cuando voy parece que vuelvo a mi "barrio" y a mis hijos les encanta.
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